En el terreno de la toxicomanía en el psicoanálisis trabajamos con la categoría fálica en tanto su función se inscribe en el sujeto del inconsciente de variadas formas*, con sujeto del inconsciente nos referimos al toxicómano, a la persona que depende de una sustancia. El tema fálico remite al problema que se desencadena a partir de la castración. El problema de la castración que acá nos convoca hace referencia a un saber, a saberse castrado en falta o con un vacío.
La ausencia de los efectos de verdad o de un saber en el discurso de un sujeto de la droga es la principal característica fenomenológica de la clínica toxicomanía, hay algo que impide a este toxicómano al momento de querer dar cuenta de su experiencia de consumo tener claridad y enlazar ese acto con alguna re-significación, por consiguiente el Otro de lo social, familiar, cultural queda excluido y a su vez el sujeto de la droga queda fuera del discurso “[…] uno se inscribe si se inscribe en el Otro”.
TOXICOMANÍA UNA EXPERIENCIA DE GOCE
Esta experiencia le permite al toxicómano un goce sin tener que pasar por el Otro, por eso no es una experiencia del lenguaje, la droga corresponde en realidad al sujeto del goce no al sujeto de la palabra. En esta operación, el objeto droga no tiene una función de significado si no de goce. El acto de consumo en tanto causa de goce “[…] tiene en común con la pulsión anular al Otro -la droga como objeto de acceso a un goce que no pasa por el Otro”[…].
Pero veamos que más allá de la experiencia de ese goce que no pasa por el Otro la operación llevada a cabo por el Sujeto va encaminada a utilizar el objeto de consumo como un recurso defensivo contra la angustia, principalmente la angustia que le provoca ese deseo del Otro. Este sujeto huye, evade la realidad de la castración que le refiere el Otro del lenguaje, la verdad acerca de su falta. Pero cuidado tenemos que poner atención, cuando me refiero en el principio del texto a variadas formas*, aludo a el sujeto de la droga en tanto dispuesto al consumo de cualquier objeto de goce que le provoque ese plus adherido a cualquier producto de la industria, llámese compras, gadgets, comida, etc.
La clínica de lo que concierne
Las personas que aparecen en el consultorio de psicoanálisis con una demanda, llegan concernidos, movilizados por una necesidad de saber, en el caso del sujeto de la droga algo aconteció y movió su postura del no querer saber de la falta, de la castración de lo angustiante de ese deseo del Otro, a una postura de re-conocimiento, de saberse sujetos inmersos en el lenguaje e inevitablemente del discurso. Me parece que están dando el paso para hacer las paces con los Otros, pero principalmente con la angustia y sus estragos. https://gg-psicologia.com/wp-admin/post.php?post=690&action=edi
“La angustia es este corte -este corte neto sin el cual la presencia del significante, su funcionamiento, su surco en lo real, es impensable-, es este corte que se abre y deja aparecer lo que ahora entenderán ustedes mejor, lo inesperado, la visita, la noticia lo que expresa tan bien el término presentimiento, que no debe entenderse simplemente como el presentimiento de algo, sino también como el pre- sentimiento, lo que está antes del nacimiento de un sentimiento” (Lacan, 1962;p. 87)
- Patricio Álvaréz . (2016). El empuje a la mujer como pere-versión . Octubre 14, 2020 , de Virtualia Sitio web: http://www.revistavirtualia.com/articulos/50/consecuencias-de-la-ultimisima-ensenanza/el-empuje-a-la-mujer-como-pere-version
- Jacques Alain Miller . (1989). Para una investigación sobre el goce autoerótico . Octubre 14, 2020 , de PHARMAKON Sitio web: http://pharmakondigital.com/para-una-investigacion-sobre-el-goce-autoerotico/?lang
- Lacan J. (2013). Lo que no engaña. En El seminario 10: La Angustia (p. 87). Buenos Aires : Paidós.





