Si ponemos como ejemplo la actualidad pandémica generada por el COVID-19 y lo que ha venido dejando como restos de una contingencia mundial en sentido textual principalmente hemos experimentado este cambio de planes en nuestras vidas así como la forma en que veníamos relacionándonos con los otros, cambio que atiende a la naturaleza pragmática de nuestras nuevas realidades, hay que hacer un tratamiento para la angustia, eso que nos reta de nuevo.
Y bueno no se trata de algo tan simple del día al día si no de todo un sistema de vida, una nueva forma de ver la realidad pero sobre todo de enfrentarse a la misma.
El tratamiento para la angustia en una realidad que amenaza
Creo que ahora la gran mayoría tiene una noción de la misma, pero todo lleva un proceso, la contingencia refiriendo a un evento inusitado y desconocido anuncia la llegada de síntomas como la ansiedad, la incertidumbre, el estrés, inclusive los ataques de pánico, síntomas que derivan por lo general al encontrarse con aquello de lo que no se tiene una representación.
Claro que toda situación de incertidumbre puede ser angustiante, pero veamos que en la angustia es dónde se advierte algo que no engaña, una verdad. Estamos indudablemente en el terreno de lo real, cuando hay algo que se presiente se deja ver un afecto que está antes del sentimiento pre-sentimiento.
Ese afecto que falta para “cubrir ese vacío” en el sujeto es el que anuncia lo angustiante es el que señala la dirección de la cura por medio de la búsqueda del deseo que lo sostiene. https://gg-psicologia.com/ansiedad-angustia-el-consumo-social-de-todos-los-dias/
Los síntomas de la angustia no son más que la señal de algo indefinido pero que esta en proceso de definirse, hay algo que señala una verdad o un real que no se puede agarrar pero se sabe que esta ahí es la experiencia de la falta de velo en la ficción de la vida, donde no hay más un escenario de donde se puedan sujetar.
Dónde acontece lo angustiante por la falta de ese afecto que en realidad es un objeto constituido en lo imaginario y simbólico del sujeto, hay un deseo que pueda posibilitar la dirección a la cura por medio de la acción, un deseo es posible!!!
“Actuar es quitarle a la angustia su certeza”.
1. Jacques Lacan . (2013). El seminario X, La angustia . Buenos Aires : Paidos, pág. 88.





